A pesar del crecimiento general del mercado de vehículos eléctricos en el continente europeo, la compañía automotriz de Elon Musk experimenta una notable disminución en sus ventas. Este retroceso se atribuye a diversos factores, incluyendo el rechazo de los consumidores a la postura política de su líder y la creciente popularidad de las marcas chinas, que ofrecen tecnología competitiva a precios más accesibles.