La infancia en Gaza está siendo devastada por la violencia, los desplazamientos y el hambre provocada por el asedio israelí.
Desde octubre de 2023, al menos 16.500 niños han muerto a causa de los constantes bombardeos y el criminal bloqueo impuesto al enclave por el régimen sionista.
De acuerdo con un informe minucioso entregado por el Ministerio de Salud de Franja de Gaza, de esta cifra de 916 bebés tenían menos de un año; 4.365 estaban entre uno y cinco años; 6.101 tenían seis y doce; y 5.124, eran adolescentes, entre 13 y 17 años de edad.
De acuerdo con la cartera, los 16.500 niños murieron en medio de los bombardeos israelíes, los cortes de energía y la falta de tratamientos médicos.
“Pequeñas almas vieron la luz unos instantes, y después fueron extinguidos por los bombardeos, los cortes de electricidad, la falta de incubadoras o los retrasos en su tratamiento”, indicaron a través de un comunicado.
Las autoridades gazatíes calificaron la cifra como «impactante», al reflejar lo que describen como una política sistemática de agresión contra la niñez.
“No son estadísticas, sino víctimas de una catástrofe humanitaria sin precedentes”, afirmaron
“Estas cifras chocantes no solo reflejan las vidas inocentes perdidas, sino también la magnitud de la catástrofe humanitaria y la profundidad del crimen cometido contra una generación entera”, sentenció el Ministerio de Salud, extendiendo un llamado a la comunidad internacional a actuar de forma urgente para frenar lo que calificaron como crímenes brutales contra civiles indefensos, especialmente niños.
Niños en Gaza mueren por desnutrición
Además de los directos ataques israelíes contra el enclave palestino, el Gobierno del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu impuso un bloqueo a la ayuda humanitaria a ese territorio. Más de dos meses después, las consecuencias son evidentes.
La ONU reportó el 13 de mayo que desde que se anunció el bloqueo de la ayuda humanitaria, al menos 57 niños habían muerto por los efectos de la desnutrición.
Sin embargo, alertaron que las consecuencias podrían ser mucho peores. “Si la situación persiste, se estima que casi 71.000 niños menores de cinco años sufrirán desnutrición aguda durante los próximos 11 meses”, indicó el organismo.
Por su parte, el relator especial de la ONU sobre el derecho a la alimentación, Michael Fakhri, alertó que otros 14 mil bebés podrían morir por desnutrición si el régimen sionista no permite el ingreso inmediato de ayuda y alimentos,
Ratificó las denuncias de Tel Aviv utiliza el hambre como arma de guerra contra el pueblo de Gaza.
Aunque el premier israelí dijo que avalaría una entrada limitada de alimentos, las organizaciones internacionales aseguran que es tan solo «una gota en el océano» de las necesidades que tienen los gazatíes.
Al respecto, Michael Fakhri acusó a las autoridades israelíes y al embajador estadounidense Mike Huckabee de condicionar la ayuda humanitaria a la liberación de rehenes por parte de Hamás, y recordó que es una práctica considerada ilegal por Naciones Unidas.
“La ayuda humanitaria no puede usarse como moneda de cambio”, declaró Fakhri, quien señaló además a Estados Unidos de apoyar un plan de asistencia ejecutado por una entidad privada bajo protección militar israelí, pero sin transparencia ni aceptación de la ONU.
Fakhri criticó el supuesto plan de ayuda y lo calificó como un mecanismo para restringir los suministros «hasta la última caloría y grano de harina», en lugar de un sistema basado en principios humanitarios como la imparcialidad y neutralidad.
Señal{o que el propósito es provocar el desplazamiento forzado de palestinos bajo vigilancia armada,, consignó Almayadeen.
Desde la ONU informaron que alrededor de 90 camiones con ayuda humanitaria ingresaron a Gaza esta semana por el paso de Kerem Shalom.
Sin embargo, los cargamentos —que incluyen harina, alimentos infantiles y medicinas— deben ser redistribuidos dentro del enclave, y su entrega enfrenta retrasos y obstáculos logísticos impuestos por las autoridades israelíes.
Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió que el volumen de ayuda que Israel permitió suministrar no es ni de lejos suficiente para una población de 2,4 millones de personas, y calificó la decisión de «cortina de humo» mientras el asedio a Gaza «continúa».
«La decisión de las autoridades israelíes de permitir [la entrada de] una cantidad de ayuda ridículamente insuficiente en Gaza, después de meses de asedio (…) muestra su intención de evitar la acusación de matar de hambre a la gente en Gaza, aunque de hecho los dejan a penas sobrevivir», declaró en un comunicado Pascale Coissard, coordinadora de urgencias de MSF en Jan Yunis, en el sur de Gaza.