El Primer Tribunal Ambiental acogió la demanda interpuesta por el Consejo de Defensa del Estado (CDE) en contra de la Compañía Contractual Minera Ojos del Salado (Minosal), declarando que su operación en la Mina Alcaparrosa provocó daños ambientales «significativos y permanentes» al acuífero del río Copiapó