La Seremi de Salud de la Región de Valparaíso confirmó que 56 personas en Puchuncaví, en su mayoría estudiantes y funcionarios de establecimientos educacionales, fueron diagnosticadas con efectos tóxicos por gases, humos y vapores, generando alarma en esta denominada «zona de sacrificio«.
A través de un comunicado oficial, la institución informó que realizaron fiscalizaciones en la empresa Oxiquim, y en cuatro escuelas y un jardín infantil de la zona. Esta acción se ejecutó luego de que, estudiantes presentaran síntomas de intoxicación, configurando un posible nuevo caso de contaminación masiva en la comuna en la que la concentración de actividades industriales y la emanación de altas cantidades de sustancias potencialmente tóxicas ha generado impactos negativos medioambientales que han afectando la calidad de vida y la salud de sus pobladores.
El nuevo episodio se materializó en las atenciones espontáneas registradas en el Servicio de Urgencia Rural (SUR) Las Ventanas y SUR Puchuncaví. Los afectados provenían de la Escuela La Greda, el Colegio General Velásquez, el Complejo Educacional Sargento Aldea y la Escuela Multidéficit Amanecer.
La Seremi de Salud señaló que “de acuerdo con lo reportado, preliminarmente, durante la jornada 56 personas fueron diagnosticadas con T59″, un código que se refiere a lesiones, envenenamientos o efectos diversos causados por la inhalación o exposición a gases tóxicos, humos o vapores no clasificados.
Ante este escenario, indicó que el equipo de Epidemiología dará seguimiento a la evolución de salud de las personas que resultaron afectadas, con el fin de monitorear las posibles secuelas de la exposición.
Los recintos fiscalizados fueron la empresa Oxiquim, la Escuela La Greda, la Escuela Campiche, la Escuela Multidéficit Amanecer, la Escuela La Chocota y el Jardín Infantil Renacer. Hasta el momento, los resultados de estas inspecciones no han sido divulgados, mientras la comunidad espera una explicación.
Síntomas de intoxicación y olor a cloro
Según consignó Radio Valparaíso, desde recintos como la Escuela Integral Amanecer, ubicada en la localidad de Ventanas, en Puchuncaví, denunciaron que los alumnos y el personal presentaron tener síntomas asociados a intoxicación, entre los que figuran fuertes mareos y dolores de cabeza, algunos con náuseas y dolores de estómago, sumado a picazón.
Por su parte, desde el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Costa Central, indicaron en un comunicado que «las condiciones del aire en el sector de la escuela el día de hoy no son buenas, ya que se percibe un fuerte olor a cloro en el ambiente».
Por tal motivo, se decidió aplicar un protocolo que incluye que los estudiantes se encuentren dentro de las salas de clases con los purificadores de aire encendidos; que al salir al patio o ir a la baño utilicen mascarillas y se suspendan todas aquellas realizadas al actividades al aire libre, como talleres o clases de educación física.
«Las clases continúan con normalidad, se irá informando ante cualquier cambio de información», informaron desde el órgano rector de los colegios, de acuerdo con el medio citado.
Por su parte, las integrantes de la organización «Mujeres de Zona de Sacrificio Quintero – Puchuncaví en Resistencia» denunciaron a través de redes sociales que «siguen las malas condiciones de aire en la bahía de Quintero. Fuertes olores a gas y cloro».
«Nuestros niños encerrados en sus salas con purificadores de aire. Esto no puede seguir pasando en Puchuncavi ni en Quintero. Autoridades, no somos extraterrestres, esto es una vergüenza nacional. ¿Hasta cuándo nos siguen invisibilizando?», plantearon.
Responsabilidad de las empresas y solicitud de sanciones
Los episodios de contaminación registrados durante el fin de semana y este lunes, no solo afectaron a la comunidad de Puchuncaví, sino también en la vecina Quintero. En ambos sectores, vecinos y comunidades escolares denunciaron la presencia de fuertes olores a gas y cloro, que ocasionaron mareos, tos y malestar generalizado en los vecinos, especialmente en la población infantil.
La situación generó una inmediata reacción desde el mundo político. El diputado Diego Ibáñez (FA) anunció que pidió “informes urgentes a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) y el Ministerio de Salud para esclarecer las causas de los gases tóxicos que obligaron a mantener a niños y niñas encerrados con purificadores de aire”, y demandó una “fiscalización completa a las empresas de la bahía”.
El parlamentario planteó que «lamentablemente» esta situación «es responsabilidad de las empresas».
«Pedimos a la Superintendencia del Medio Ambiente que active una fiscalización, que se sancione a los responsables, porque hoy tenemos una nueva normativa de delitos ambientales que es mucho más rigurosa y penaliza con un castigo mucho más severo a las empresas contaminantes», indicó en declaraciones recogidas por Bio Bío Chile.
Además, hizo un llamado a no bajar la guardia pese a ciertas estadísticas que señalan una reducción de los casos de intoxicación en las comunas de la Región de Valparaíso.
“Es importante que, pese a que han bajado, comparado con otros años, los episodios de intoxicación, no podemos normalizar ni un niño, ninguna niña intoxicada más”, enfatizó.
Este nuevo evento de contaminación reafirma el estatus de Puchuncaví y Quintero como «zonas de sacrificio», un término que describe a los territorios donde el desarrollo industrial y las actividades propias se un modelo extractivista de un cordón de empresas se imponen a la salud de la población y al medio ambiente.