A pocas semanas de las elecciones presidenciales y legislativas el Banco Central de Chile se encuentra en el centro de polémica, debido al contenido de su último Informe de Política Monetaria (IPoM) y las afirmaciones de su presidenta, Rossana Costa, realizadas en un seminario organizado por Icare. quien atribuyó la ralentización del empleo a la reducción de la jornada laboral a 40 horas y al alza del salario mínimo.
En conversación con La Mañanera, Luis Mesina, Secretario General de la Confederación de Sindicatos Bancarios y del Sector Financiero, acusó este martes a la institución de incurrir en una grave «extralimitación» de sus funciones, politizando su labor y actuando en favor de los intereses de la elite financiera.
«En el Informe de Política Monetaria que la presidenta del Banco Central, Rossana Costa, presentó en un evento realizado en Icare, se extralimitó en las facultades que el propio Banco Central tiene para sus consejeros», afirmó en el programa conducido por el Director de El Ciudadano, Javier Pinera Olcay.
«No hay que olvidar y este es un tema que a nosotros siempre nos ha preocupado, desgraciadamente es un tema capturado por la elite financiera, respecto de cuál es el rol en la economía de esta institución denominada Banco Central, que es determinante para los hombres y mujeres de todo el país, sin embargo se ve lejana, porque este es un Banco Central cuya autoridad está regulada en la Constitución Política del Estado desde el año 80, y en el año 89 recién tuvo aplicación real. Ahí comenzó a operar, comillas, autónomamente, por lo tanto, comillas, vuelvo a reiterar, no tiene dependencia de la política, de los políticos, de la institución política del Estado», planteó el profesor de Historia.
Tal y como lo hizo a través de una declaración pública, la Confederación de Sindicatos Bancarios y del Sistema Financiero, Mesina criticó que con escaso rigor analítico y en un contexto electoral, el Banco Central dejó a un lado su autonomía para entrar en la arena política, cruzando una línea roja.
«En el Informe de Política Monetaria presentado por la presidenta se extralimitó al punto de señalar de manera absolutamente poco rigurosa que la crisis recesiva, no son precisamente esas palabras, pero lo manifestó, yo diría someramente, se debían en gran parte a dos causas: una era la rebaja a las 40 horas y la segunda el aumento del ingreso mínimo», recordó.
«Esto es francamente impresionante porque no hay que ser ningún especialista para darse cuenta que las 40 horas recién llevan un año de implementado, es decir, están de 45 a 44 años y el impacto ha sido marginal, hay que decirlo claramente, y el aumento del ingreso del salario mínimo es un tema que nosotros lo colocamos en nuestra declaración, porque efectivamente el Banco Central y particularmente su presidenta se refirió a los últimos tres años, lo que nos parece absolutamente grave», cuestionó
A juicio del también vocero nacional de la Coordinadora de Trabajadores NO+AFP, con sus declaraciones en el seminario “Coyuntura económica y perspectivas, IPoM septiembre 2025”, organizado por Icare, la presidenta del Banco Central «entró en la arena política justamente en un proceso electoral para favorecer al sector que la tiene puesta ahí en el Banco Central, que es la UDI, es la derecha del país».
«Con esto no queremos nosotros tampoco es soslayar la responsabilidad que le cae a los cuatro consejeros, es decir, al Consejo como institución, pero esto devela ya de manera grosera que el Banco Central en Chile no tiene ninguna autonomía en toda esto ha sido además, y a eso podemos referirnos, incapaz, absolutamente incompetente para abordar la política que le manda justamente la norma», subrayó.
Una autonomía «entre comillas»
Uno de los ejes más profundos de la crítica de Mesina es el concepto mismo de la autonomía del Banco Central consagrada en la Constitución de 1980 y operativa desde 1989.
Al ser consultado sobre ¿cuál era la prevención que tenían los ideólogos, la dictadura, la Constitución del 80 para garantizar esta supuesta autonomía del poder político del Banco Central?, el profesor respondió que no se trata de una situación que surgió «de la noche a la mañana», sino que responde a la ofensiva, particularmente de las concepciones monetaristas que se han apoderado prácticamente todos los estados después de la década de los 80″, particularmente por parte de los denominados «Chicago Boys».
«Esta política monetarista tenía esa obsesión por el control del gasto, particularmente el control monetario del valor del dinero de forma tal que la inflación era su obsesión, controlar que la inflación no se disparara. Ellos tienen una argumentación bastante extensa respecto de cuáles son las consecuencias de los procesos inflacionarios. Nadie en todo caso está por que haya inflación en el planeta o en nuestros países, pero esta obsesión los llevó a sostener la tesis de que los bancos centrales tenían que ser dirigidos por expertos, por supuesto expertos apolíticos, neutrales, e inmunes a las presiones electorales de los políticos que manejaban la política monetaria en los países. Pero resulta que esa autonomía, comilla, tenía una contrapartida, buscar sujetos que fueran funcionales al modelo y contrario a cualquier forma diferente del modelo económico de los países democráticos», planteó Mesina.
Señaló que de este modo, se imponía un régimen que sirvió a los intereses de las élites financieras que controlaban el planeta.
Destacó el caso de aquellos países que se han resistido a la autonomía, pero con consecuencias gravísimas. En concreto se refirió al ejemplo del ex primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, quien «trató de levantar un poco la voz y terminó siendo destituido, porque se opuso a que uno de los consejeros italianos, que era digamos un regalón del élite, pasara a ocupar un puesto en el Banco Central Europeo».
«El Banco Central Europeo que ha dictado las políticas más regresivas para los trabajadores y trabajadoras en Europa, es el único prácticamente que no ha sido tocado, pero los bancos centrales en todo el mundo están sufriendo los embates de los políticos. El caso más dramático, y creo que es relevante, es lo que está pasando en Estados Unidos con la Reserva Federal (Fed), lo. Hace poco, (el presidente) Donald Trump echó literalmente a una de las gobernadoras, a Lisa Cook y ahora tiene una arremetida contra el Banco Central, que es la famosa Fed, que fija la política monetaria igual que el Banco Central en Chile y ha pateado el tablero. Y con esa actitud han montado en cólera los economistas monetaristas, señalando que la independencia está seriamente amenazada y que el control político sobre los bancos centrales, a partir de lo que ha hecho Donald Trump, es un peligro para la economía mundial, es un peligro para la democracia», argumentó.
Sin embargo, recordó que estos supuestos expertos apolíticos «hicieron «o fueron un fracaso, por ejemplo, en el año 2008, que no previeron, por ejemplo, la crisis financiera que se produjo con las consecuencias que hasta el día de hoy estamos pagando en materia de empleo, en materia de salarios, etc».
«Ese fue nuestro cuestionamiento desde la Confederación de Sindicatos Bancarios, que desde hace mucho tiempo, no desde ahora, antes del proceso constituyente, dentro del proceso constituyente, nosotros señalamos que era absolutamente necesario que nuestro país se abordara la responsabilidad que le cabe a una institución cuya responsabilidad es controlar la política monetaria, pero también la política cambiaria», expuso.
Banco Central y el precio del dinero
El Secretario General de la Confederación de Sindicatos Bancarios y del Sector Financiero, explicó que el papel que desempeña el Banco Central tienen un impacto directo en los salarios de los trabajadores porque determina el valor del dinero.
«Esto cuesta a veces que la gente lo comprenda. El dinero tiene un valor, cuesta algo, así como el pan tiene un valor, un precio. ¿Y quién lo fija y a través de qué instrumento?», cuestionó.
Señaló que el Banco Central fija la tasa de interés y cuando está alta, tal y como la ha mantenido el organismo en Chile, «lo que ocurre es que el precio del dinero es muy caro, muy caro para quienes necesitan esa mercancía llamada dinero».
«Entonces, ocurre lo que pasa con los créditos hipotecarios, que la gente no puede comprar bien, ocurre que los precios de los créditos de consumo para comprar elementos básicos, también se encarecen y, por lo tanto, se generan procesos recesivos, justamente por la responsabilidad que le cae al Banco Central», acotó.
El «dogma» ideológico tras las tasas de interés
Al ser consultado sobre por qué el Banco Central mantiene tasas de interés altas que suben el precio del dinero. Luis Mesina descartó que sea una decisión puramente técnica y la atribuyó a un «dogma» ideológico.
«¿Por qué esta obsesión por mantener las tasas altas de interés que Chile ha sido uno de los países que más altas las ha tenido? Es porque el dogma está mucho más presente en los funcionarios, comillas, funcionarios del Banco Central», afirmó.
«Si bien estos consejeros son autónomos, también están sometidos a cierta jurisdicción de la Contraloría General de la República para el uso de los recursos públicos, pero también tienen una cierta dependencia muy sutil de la Comisión para el Mercado Financiero, respecto al control que le cabe a la banca privada, y . Y en ese sentido, responden a cuestiones más bien ideológicas. Es la idea de estos economistas que desde su cómodo y confort ambiente diseñan modelos casi matemáticos de supuesto modelo económico, pero totalmente alejados de la realidad. Y consecuencia este dogma, que es fruto de una ideología, finalmente termina destruyendo la posibilidad del desarrollo», cuestionó.
Del crecimiento a la desigualdad
Luis Mesina hizo una distinción crucial entre lo que, a su juicio, el Banco Central promueve y lo que el país necesita.
«Aquí en nuestro país no se habla de desarrollo, se habla permanentemente de crecimiento. Un crecimiento que uno se pregunta ¿para qué? ¿para quién es?», dijo.
Para sustentar su punto, utilizó datos mencionados, por la propia presidenta del ente emisor.
«Chile es uno de los países que tiene la distribución más regresiva del ingreso a nivel americano, no latinoamericano. La concentración de la riqueza en nuestro país supera la de Estados Unidos, México y Brasil. Esos son los resultados de esta política que esconde una desigualdad profunda», planteó
«Es por eso que a nosotros nos pareció pertinente salir a fijar una posición desde el mundo del trabajo, porque es gravísimo, que la izquierda supuestamente que representaba los intereses del mundo del trabajo, los partidos políticos, y tenemos que decirlo con mucha responsabilidad, el Partido Socialista, el Partido Comunista, ninguno y por dos razones, una, porque hay mucha ignorancia en estos políticos, y en segundo lugar porque los que saben, los que entienden, están capturados, están prisioneros del modelo y tienen serios conflictos de interés
«Entonces la política monetaria que es la política que nos afecta a los hombres y mujeres comunes y corrientes, nadie la representa. Por eso salimos con esta declaración a generar algún ruido para que comencemos a pensar, nosotros lo decimos al término de nuestra declaración, en Chile se requiere un debate a fondo respecto de cuál es la institución que necesitamos en para que dirija la política monetaria, pero que esta esté al servicio de una propuesta integral de desarrollo que genera empleo pero mejor empleo, que sea respetuoso del ecosistema, del medio ambiente. Esto no es discurso, porque se instaló hace seis años atrás con ocasión de la revuelta y sin embargo se ha olvidado todo. Estamos en el un mes de octubre, a pocas semanas de conmemorar un evento universal y por lo tanto es relevante que el mundo del trabajo coloque estos temas en el centro del debate, especialmente en un año electoral», cerró Mesina.
En la emisión de este martes 7 de octubre de La Mañanera, nuestro director también conversó con el analista internacional, Pablo Jofré Leal, para abordar el genocidio en Gaza.
Puedes ver el programa completo a continuación: